
Este año, tras el inicio de clases y la creciente matrícula de estudiantes debido a la crisis económica, el IPEM 86 Gabriela Mistral se enfrentó a una falta grave de mobiliario.
En muchos cursos, tanto los estudiantes como los docentes debían permanecer de pie. Sin embargo, a través de una lucha organizada y el trabajo conjunto del cuerpo delegados y delegadas, el cuerpo docente y el apoyo de UEPC Capital, la escuela logró conseguir los bancos y sillas necesarios para todos.
Este logro demuestra cómo la organización y el trabajo en equipo pueden transformar las condiciones dentro de la escuela pública, permitiendo que los estudiantes y docentes puedan desarrollar sus actividades en condiciones adecuadas y dignas.
Es un ejemplo claro de cómo la comunidad educativa puede unirse para conseguir lo que necesita y de cómo el compromiso también juega un rol fundamental en el bienestar de la educación pública.
